
04 May Peinarse en cuarentena
Porque a lo que ya tenemos cuando nos levantamos con unos pelos que no nos merecemos, se suma el confinamiento y la pereza de lidiar con nuestro pelo porque… “total, ¿quién me va a ver?”. Pues te vas a ver tú, en el espejo. Tu autoestima y por si esto no te convenciera, también tus vecinos a las 20.00h cuando salgas a aplaudir a todos nuestros héroes. Ya tienes suficientes excusas para peinarte!
Lo de la pereza, lo dejamos a un lado. Es una de las claves número 1 para luchar contra las consecuencias negativas del confinamiento: el sedentarismo.
Comienzas pasando de peinarte y terminas sin ducharte y sin quitarte el pijama en una semana. Bueno, quizás nos hemos puesto un poco dramáticos (aunque no dudamos de que los niveles de pereza para apañarse un poco de algunas estén rozando ya baremos de alarma), pero la realidad es que, además de los vecinos de tu barrio o comunidad que te ven en el balcón a las 20.00h de la tarde o tus familiares en videollamadas que, de vez en cuando, tienen la “decencia” de recordarte la “mala cara que tienes”, te ves tú en el espejo, cada día. Y tu autoestima. Y ella es la que está en juego.
De ahí que hoy nos afanemos en que, si tienes más malos días que buenos en lo que a pelo se refiere, apuntes estos trucos y cambies las cosas desde hoy mismo.
Además, sácale el lado positivo a todo esto: es el momento de experimentar con todas esas cosas que jamás experimentas. Bien por falta de tiempo o bien por “pero cómo voy a salir con eso a la calle”. Es el momento de aprender a hacerse trenzas. De hacerle la competencia con los moños perfectamente despeinados a las de Pinterest y de ponerse todas las horquillas joyas, diademas y pañuelos que tengas. Te aseguramos que pegan hasta con el pijama más triste que tengas… ¡y lo alegran!
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